Shadow of the Demon Lord (I): La ambientación

Shadow of the Demon Lord es un juego de rol de fantasía oscura creado por Robert J. Schwalb y financiado a través de la plataforma Kickstarter en el año 2015, cuya traducción ha sido anunciada por parte de la editorial +Summum Creator (editores de Todos para Uno y Expedición a la tierra hueca) para este año 2016.


[...] vi una estrella que cayó del cielo a la tierra; y se le dio la llave del pozo del abismo. Y abrió el pozo del abismo, y subió humo del pozo como humo de un gran horno; y se oscureció el sol y el aire por el humo del pozo[...] (Apocalipsis de San Juan, Capitulo 9, Versículo 2)

En él encarnaremos a aventureros que viven en un mundo que se enfrenta a la inminencia del apocalipsis por parte del Demon Lord y sus siervos. Esta amenaza cósmica teñirá todo el tono de la ambientación de un color gris que nos recordará a juegos como Warhammer o Stormbringer, así como enfatizará temas como el horror y la locura que nos remitirán a Ravenloft o La Llamada de Cthulhu, y al igual que en todos estos juegos el Mal nunca podrá ser destruido por completo si no únicamente retrasado o evitado.

Al ser un juego con mucho que contar, dividiré la reseña en varios capítulos comenzando por un pequeño vistazo al mundo de juego.

Las verdades del mundo


Urth es un planeta similar a la Tierra en el cual la Magia es una fuerza natural como la gravedad o el electromagnetismo. Esto significa que cualquiera con tiempo, talento y voluntad puede llegar a dominar su poder, pero por desgracia esto también implica que las barreras entre los mundos se debiliten más fácilmente haciendo a Urth susceptible a la influencia (La Sombra) del Demon Lord.

Centrándonos en Rûl, uno de los mayores continentes, encontramos una extensa tierra trufada de picos nevados, valles ocultos, lagos oscuros, bosques antiguos, ríos salvajes e incluso islas tropicales, con una gran variedad climática y una cultura común superficialmente homogénea. Étnicamente Rûl pertenece a los humanos con las diversas variedades de tonos de piel que conocemos, aunque esto no quiere decir que no existan etnias no-humanas como los enanos, los halflings o los goblins.

Un lobo engullirá al Sol, y los hombres lo verán como una gran catástrofe. El otro lobo capturará a la Luna y tampoco eso será mejor. Las estrellas caerán del cielo. También esto sucederá: Toda la tierra y las montañas temblarán y todas las cadenas y lazos se quebrarán y romperán. Y entonces el lobo Fenrir quedará libre
(Völuspá, Autor desconocido)



Que los dioses son distantes y no se involucran directamente en los asuntos del mundo es algo que sabe desde el campesino más humilde hasta el mercader más opulento, y es por ello que la tarea de extender su palabra con acero y magia, recae en sus sirvientes mortales, sean Cruzados del Nuevo Dios o Druidas de la Vieja Fe. Y cuando mueres tu destino es el Inframundo, lugar donde tu alma será purgada de toda memoria para volver a nacer de nuevo, salvo que esté tan llena de pecado que sea arrastrada hacia el Infierno, el cual será tu destino para ser alimento de los diablos durante mucho tiempo.

Es reseñable que a pesar de los todos los grandes avances en ciencia y tecnología que se han conseguido (vapor, pólvora, mecanismos complejos...), el mundo sigue lleno de monstruos de todo tipo: dragones, vampiros, gárgolas... Que no solo no parece que se retiren ante el avance de la civilización, si no que siguen creciendo en número amenazando ciudades y pueblos. Otras amenazas más sutiles han surgido de reinos ocultos como el reino elfo de Alfheim, donde algunos de los antiguos y orgullos pobladores del mundo decidieron que para acabar con la plaga humana debían ocultarse en las sombras y golpear duro, trocando su semblante luminoso por algo oscuro.

Políticamente hablando, durante 800 años el Imperio ha dominado el continente convirtiendo a los antiguos reinos en provincias imperiales y apoyándose en sus invencibles tropas orcas para controlar dichas provincias. Todo esto ha cambiado debido a que los propios orcos liderados por Drudge, el más grande de sus generales, se han rebelado y han tomado la capital, Caecras, y el propio Drudge ha estrangulado al Emperador en su trono. ¿Por qué el Colegio Imperial de Magia no ha hecho nada al respecto? Nadie lo sabe, pero algunos aluden a pactos oscuros y terribles prebendas.

Las provincias no han perdido el tiempo ante estos sucesos y varias de ellas empiezan a dar pasos firmes hacia su independencia mientras que Horus, el hijo del Emperador, está atascado en el Lejano Norte y duda sobre el mejor curso de acción.

El Imperio está en llamas y muchos lo ven como un señal más del fin que se avecina. Y mientras tanto en el Vacío, el no-lugar entre los mundos, el Demon Lord observa y aguarda paciente mientras sus sirvientes manipulan a los mortales para que alguien abra un portal lo suficientemente grande y cuando suceda, el universo arderá...

Estad atentos a próximas entradas para conocer poco a poco más sobre este lanzamiento y lo que nos podremos encontrar en él.

Shadow of the Demon Lord (II): Qué somos
Shadow of the Demon Lord (III): Cómo jugamos (próximamente)



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